Statement by Josefina Vidal Ferreiro, Head of the North American Division of the Cuban Ministry of Foreign Affairs  


Statement by Josefina Vidal Ferreiro, Head of the North American Division of the Cuban Ministry of Foreign Affairs
 
An unfortunate yet unusual event in Cuba has again been distorted and manipulated by narrow self-serving political interests to justify the policy of blockade against our country. The statements of the State Department and the White House are yet another evidence of the permanent policy of aggression and interference in the internal affairs of Cuba and stand out for their hypocrisy and double standards. Indeed, they are more becoming of the record of human rights violations of the United States in its own territory and in the world than they are of the performance of Cuba, where the human person is valued the most.

There was no statement by the President or the State Department when on January 3, in Chicago, prisoner Lyvita Gomes died behind bars as a result of a hunger strike.

It is not in Cuba where 90 prisoners have been executed since January 2010, while another 3,222 inmates remain on death row, awaiting execution. It must be remembered that the United States has already held its first execution of 2012 and its government ruthlessly represses those who dare to denounce the system’s injustice.

It is the Government of the United States which engages in torture and extrajudicial executions in the countries it attacks, and which uses police brutality against its own people.

In a colossal act of cynicism, the U.S. government dares now to accuse Cuba, while it turns a blind eye on and remains silent about the flagrant violations of human rights generated by the injustice, onslaught and destitution that its policy brings for millions of people around the world, including in the United States.

Cuba will continue to be the country where, in spite the U.S.’s economic war against it, fewer children die at birth, where every day efforts are made to raise the already outstanding levels of social justice, levels that remain beyond reach for most people in the world, including in the United States, where there is a growing inequality.
January 20, 2012
 
 
Declaración de la Directora de América del Norte del MINREX, Josefina Vidal Ferreiro
 
Un hecho lamentable, pero inusual en Cuba, ha sido nuevamente tergiversado y manipulado por intereses políticos mezquinos, para justificar la política de bloqueo contra nuestro país. Las declaraciones del Departamento de Estado y la Casa Blanca constituyen una muestra más de la permanente política de agresión e injerencia en los asuntos internos de Cuba e impresionan por su hipocresía y doble rasero. En realidad, se ajustan mejor al record de violaciones de los derechos humanos de Estados Unidos en su propio territorio y en el mundo, que al desempeño de Cuba, país donde el ser humano es lo más valioso.
 
No hubo pronunciamiento del Presidente ni del Departamento de Estado cuando murió en prisión, en Chicago, a consecuencia de una huelga de hambre, la reclusa Lyvita Gomes, el pasado 3 de enero.
 
No es en Cuba donde 90 prisioneros han sido ejecutados desde enero del 2010 hasta hoy, mientras que otros 3 222 reos esperan su ejecución en el corredor de la muerte. Hay que recordar que Estados Unidos ya celebró su primera ejecución del 2012 y su gobierno reprime sin contemplaciones a quienes se atreven a denunciar la injusticia del sistema.
 
Es el Gobierno de Estados Unidos el que practica la tortura y las ejecuciones extrajudiciales en los países que arremete y el que usa la brutalidad policial contra su propia población.
 
En un acto de cinismo colosal, el gobierno norteamericano se atreve a condenar a Cuba, mientras cierra sus ojos y no alza su voz ante las violaciones flagrantes de los derechos humanos que genera la injusticia, la agresión y el desamparo a los que su política condena a millones de personas en el planeta, incluido su propio territorio.
 
Cuba seguirá siendo el país, en el que, a pesar de la guerra económica de Estados Unidos, menos niños mueren al nacer, donde se trabaja cada día por elevar los ya importantes niveles de justicia social, inalcanzables todavía para la mayoría de los habitantes del mundo, incluyendo los de Estados Unidos, donde la desigualdad es creciente.
 
20 de enero de 2012
 

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